miércoles, 28 de abril de 2010

La política (con y sin comillas) cultural en Murcia (ciudad). Opinión de Bruno Jordán.

 
Bruno Jordán es escritor y periodista.


La política (con y sin comillas) cultural en Murcia (ciudad)       
            Buena parte de quienes menean el cotarro cultural en Murcia (ciudad), particularmente un estimable número de quienes lo hacen al amparo directo o indirecto de entidades públicas, parecen haber optado por seguir una línea warholiana:  quince minutos de gloria para cada cual. Como el imposible Agua para todos institucional.
El mecanismo es simple como el de un chupete: se organizan eventos –me refiero concretamente a los de índole más o menos poética- con numeroso(a)s intervinientes. Con su presencia y la de sus familiares y/o amigo(a)s, el aforo está garantizado. Hay, incluso, quienes van mucho más allá: organizan actos maratonianos con intervinientes no ya numeroso(a)s, sino innumerables. Entre la espera de cada cual y la de sus amigo(a)s o/y familiares, el aforo continuo está medio garantizado. Cuantiosos fondos públicos.
La cosa tiene, como casi todo, una parte buena: lo poético se transmite y se comparte de manera personal y directa. Es la parte humana de lo poético.
Pero la parte mala es mayor con creces: lo poético queda entre quienes de una manera u otra formamos parte de ese mundillo. Nos escuchamos, leemos, compramos, vendemos y hasta juergueamos uno(a) con otro(a)s. La mayoría de la población esta(mos) mucho más pendientes de Messi y/o Cristiano Ronaldo. Es -acaso- la parte cruel –y también acaso- humana de lo poético. Hasta ahora lo ha sido.
Algo habrá que hacer. Pero eso es motivo de otra opinión en Alteridad.

Prensa Gráfica Obsesiva Mayo 2010/César Reglero

Cèsar Reglero, poeta visual apropiacionista.

Prensa Gráfica Obsesiva Mayo 2010/César Reglero
(con referencias a la sección Opiniones Alteridad y al artículo de J. Seafree que contiene)


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(Para descargar la publicación completa de César Reglero correspondiente a Mayo/2010, pulsa sobre la imagen)

martes, 27 de abril de 2010

UNA MIRADA A LA “ANTOLOGÍA APROPIACIONISTA DE LA POESÍA VISUAL ESPAÑOLA”, DE CÉSAR REGLERO. Opinión de J. Seafree

Metáfora del diálogo

(UNA MIRADA A LA “ANTOLOGÍA APROPIACIONISTA DE LA POESÍA VISUAL ESPAÑOLA”, DE CÉSAR REGLERO)

Por J. Seafree

     La poesía y el arte son “seres” vivos; su evolución, su transformación y también el intervencionismo estético y plástico que supone la actividad apropiacionista -sin malvadas pretensiones, sin prejuicios-, están “al servicio” del hombre, tanto del creador, del intérprete plástico (para el caso del apropiacionismo) y del espectador. La justificación de César Reglero para esta apasionante antología demuestra las anteriores afirmaciones. Todo ello deviene en un enriquecimiento de la obra original: ésta ofrece múltiples satisfacciones, más allá de la tradicional intención del creador unívoco.

     Como sabemos, el mail-art supone un empujón definitivo en este tipo de quehaceres, pero su valor es máximo si admitimos, especialmente, que al hacer “horizontal” el arte, las conciencias de los mismos autores se tornan más libres, más tolerantes, menos vanidosas y codiciosas. El fenómeno artístico y poético desemboca, así, en un jardín colectivo, lejano de focos economicistas, un jardín que no persigue la plusvalía, castigo tan extendido en cualquier actividad.

     Algunos títulos de los colaboradores que aparecen –por ejemplo, “Sírvase usted mismo” de López de Ael, “Trasvase” de Manuel Calvarro, o incluso “Poco a poco” de Isabel Jover- son elocuentes en este sentido: suponen una genuina muestra descriptiva del propio sentido del volumen.
La poesía visual, de esta forma, es una alternativa artística que rompe el paradigma del patrón de la belleza al uso, es decir, va más allá de transgredir fronteras entre géneros plásticos, puesto que desde la sencillez y la clarividencia propone la reflexión, la duda, la interrelación y la complicidad, en búsqueda de valores simplemente humanos.
     
     El poeta visual apropiacionista, como biólogo, como investigador en el laboratorio de los signos y las imágenes, genera la evolución de los poemas visuales, del mismo modo que evolucionan la ciencia y la historia, puesto que éstas y aquéllos comparten en su desarrollo el hecho experimental. Al preguntarse César Reglero, “¿sería el mundo diferente si todos fuéramos artistas?, está preguntando de otra manera ¿sería el mundo diferente si todos fuéramos buenas personas?

     ¿Qué pretende César Reglero, qué intenciones tiene cuando realiza las manipulaciones del periódico El País, durante tantos años? La experimentación es el único motivo; es una manera de encauzar otras obsesiones, otras preocupaciones. Esto es, su perseverancia en tales tareas –esa “adicción” que él mismo reconoce- tiene mucho que ver con la aproximación entre lo científico y lo artístico (que hemos citado en el párrafo anterior), que es más acentuada en las últimas décadas. Cálmese definitivamente el antólogo, y que desaparezca cualquier temor por “estar fuera de la ley”. En primer lugar, revisando el propio titular de aquel 13 de marzo de 2005 en el citado diario, reseña de su exposición sobre aquellas arriesgadas manipulaciones de prensa, leemos “La evolución del garabato”: el artículo refiere, al citar “garabato”, a trazos, dibujos, borrones, rasgos, o sea, signos plásticos sin más, y se aclara en la propia reseña, la extensión y la concienzuda labor del artista, sin incidir en asuntos o márgenes lícitos o no. En segundo lugar, piense César Reglero en la indulgencia sincera de quien pudiera conocer sus manipulaciones de prensa o pudiera verse afectado en ellas, y que tal apreciación acaeciera sin molestia alguna.

     Hace unos cuantos años, Josep Sou (en una presentación o conferencia en la Fonoteca Nacional de Madrid) decía que él creaba (escribía, componía poemas visuales, etc.), entre otras cosas, para ser mejor persona. Qué afirmación más sencilla, más necesaria y qué cierta. ¿Cuántos de los poetas visuales (apropiacionistas o no) sentimos algo similar o idéntico a las palabras de Josep Sou? Posiblemente casi todos –o todos-. Hermosa casualidad, en este sentido, la que aporta el título de su obra incluida en esta antología: “Tendencias y equilibrios”. ¿Qué, sino sensatez y armonía, nos aportan los avatares y los entresijos de nuestra creatividad?

     Compartir información es comunicar; eso, por supuesto, también es la poesía visual, y cómo no, la actividad del poeta visual apropiacionista. Comunicar es una manera de construir (en contraposición, la destrucción es siempre fácil). Si construir, comunicar, crear –independientemente del grado de dificultad- suponen un acto humano bello, generoso, el propio esfuerzo en tal empeño se transforma en un camino abierto, libre, enriquecedor. Es la alternativa auténtica, la que convierte al hombre -aquí, al artista- en virtuoso, en bondadoso.

     ¿Cómo comenzamos a leer y a escribir? Copiando, repitiendo, una y otra vez, las letras, las palabras, las frases. Y de esta forma, descubrimos en la infancia el umbral de un mundo cargado de posibilidades y de responsabilidades. El apropiacionismo, esa peculiar relectura y reescritura, sirve para poner en tela de juicio la institucionalización del arte. Y en este aspecto, esta antología acierta en las referencias históricas, los personajes y nombres propios que explica el autor, los diversos fenómenos artísticos por los que sobrevuela, así como las reflexiones sobre los museos, los planteamientos legales y algunos hitos artísticos contemporáneos mencionados en sus páginas.

     Finalmente, el apropiacionismo, como manifestación artística colectiva, se erige en un reto con un fruto inesperado, siempre múltiple y que no espera recompensa monetaria. Los autores iniciales y el artista apropiacionista apuestan por un diálogo gracias al cual será cada vez más complicado poner límites a la creación, y como provecho del mismo, la imaginación y la necesidad de comunicar, afloran como pilares reales del proceso. Y en esta práctica, en este momento y en este escenario abierto, el poder con minúsculas -ese poder de querer es poder, ese poder de posibilidades, ese poder de capacidad y de hacer- detiene al siempre perverso Poder con mayúsculas, ese que coopera con la apropiación de la cultura y del arte, encarrilándoles al espejismo del consumo, los beneficios y el mercado. En palabras de Manuel Calvarro, presentador de la antología, “hemos de aprender a sepultar ….ese super-ego….y hacer olvidar….esa conversión….que hace igualar la obra de arte al dinero que produce.” En definitiva, porque el quehacer apropiacionista es sin duda un repertorio de emociones, y el valor de éstas es afortunadamente intangible.



(Madrid, marzo de 2010)


J. Seafree, poeta y poeta visual, esclavo de sus pasiones, admira el arte, venera la música; pseudónimo de Javier Ocaña Gallego, pretende ser solamente un hombre libre, en zapatos y en zapatillas.


El artículo de J. Seafree, publicado por César Reglero en la página BOEK861

(Pulsa en las imágenes para verlas ampliadas)









miércoles, 21 de abril de 2010

Reflexiones de Cèsar Reglero en torno a la poesía visual ilustradas con una creación de Óscar Garriga


Cèsar Reglero, poeta visual apropiacionista.

LA INDUSTRIA GRÁFICA, en la búsqueda de referentes de la poesía experimental, debemos hacer una parada en el S. XIX por cuanto es el punto de partida de la era de la imagen. La cultura empieza a extenderse entre las capas populares y deja de ser patrimonio exclusivo de las clases dominantes.
Es el momento en que el significante tiene su propia autonomía estética y ello amplia de manera exponencial las posibilidades expresivas del poema, pero al mismo tiempo se exige un mayor esfuerzo al lector por cuando deberá moverse en un terreno sin reglas ni códigos pre-establecidos. Los publicistas son los primeros que toman nota de las nuevas posibilidades expresivas de la imagen y trabajan de manera denodada sobre el inconsciente del receptor y su percepción subliminal El poeta tiene asignada una labor mucho más noble, por cuanto lo único que pretende es apelar a la fantasía y la razón del receptor para que pueda disfrutar del momento mágico del descubrimiento y de esta forma, compartir sensaciones y sentimientos.
LABERINTO INICIÁTICO, de alguna manera, lo esotérico, lo hermético y lo numerológico siguen presentes en el poeta experimental, por cuanto los actuales procesos de innovación en la poesía, son tan rápidos y variados que para un lector no iniciado, todo esto constituye un mundo por descubrir y un misterio por entender. Curiosamente, el ciudadano medio, poco habituado a estos códigos poéticos, está constantemente bombardeado por los código publicitarios que, en buena medida, también usan de los recursos poéticos-visuales.


-Óscar Garriga- Màgia (2006)

Imagen de Óscar Garriga cuyas connotaciones subliminales son más que evidentes, pero también puede encerrar otros códigos que deben ser descifrados

Cèsar Reglero es psicólogo, grafoanalista y artista multidisciplinar, ha escritos varios libros sobre arte, creatividad, grafología, poesía visual y apropiacionismo. Actualmente gestiona el Archivo-Museo de Mail Art y Poesía Visual de Tarragona.





Óscar Garriga. Empecé de manera inconsciente a mezclar dibujos-imágenes-poesías en el ordenador (mi herramienta de trabajo en un 80% des de 1999) fue en 2005 cuando hice las primeras obras de poesía visual digital (así las he terminado llamando) aunque en 2003 ya había hecho cosas de manera espontánea mezclando estilos como surrealismo, pop art i còmic, pero fue para participar en convocatorias del Boek681que envié algunas a Cèsar Reglero y le gustaron… eso me animó… conocía la obra de Joan Brossa y siempre me había parecido interesante ese concepto imaginativo, pero debo ser sincero… hasta que no me conecté a la red de redes no aprecié el verdadero sentido innovador y al mismo tiempo crítico de este ARTE, lleno de verdaderos artistas que por fin están dando patadas al arte aburrido y decadente depositado o vaciado sobre una tela.

Coragre es mi seudónimo utilizado en el mundo de la música y también en mis últimos trabajos de humor gráfico. Titulo mis trabajos en catalán porque así pienso y me expreso -ya hace más de 30 años que escribo poesía y hago letras para canciones-, pero creo que todavía soy novato en este Arte.

lunes, 19 de abril de 2010

OPINIÓN: SI HABLAMOS DE LO VULGAR... por Begoña Leonardo

Por Begoña Leonardo


El origen etimológico:
Vulgar; perteneciente al vulgo, al pueblo llano.
Di-vulgar; intentar que algo sea conocido por el mayor número de personas.
La ordinariez o el mal gusto, la ausencia de modales o de elegancia. Algo que es muy de nuestro tiempo, ya en la antigüedad era motivo de estudio y aunque, salvando las distancias, tiene mucha relación con lo que Teofrasto 372 a.C (sucesor de Aristóteles en la escuela Peripatética, destacado estudioso de la ciencia y reconocido por sus tratados de botánica), en la obra “Los caracteres”, plasmó un breve, vigoroso y mordaz boceto de los tipos morales. Donde deja patente que la rusticidad es “la ignorancia carente de modales”.
Estamos acostumbrados a observar y a sufrir a través principalmente de la televisión, la vulgaridad tanto en su expresión verbal como no verbal. Con el pensar, pero también con el hacer. Según Teofrasto, cuando alguien es vulgar, lo es en todo. Y lo es definitivamente porque no sabe que lo es, o sea, que es tarea casi imposible ponerle remedio.
La vulgaridad, por tanto, nace de la ignorancia, el desconocimiento de ser vulgar, llegando al extremo incluso, de verse en ocasiones a sí mismo como alguien excelso y refinado. Sobre todo cuando se tienen alrededor bufones preocupados exclusivamente de las audiencias, que aplauden y vitorean estos comportamientos deplorables, que solo contribuyen a que el mal gusto se generalice. Mostrar personas que saben estar, educadas, atentas, cordiales, respetuosas con sus semejantes y con una preparación, no es rentable.
Cuando se conjugan; vulgaridad, ordinariez, grosería... el resultado puede ser “la mala educación”. Aunque, independientemente, una persona vulgar no tiene por qué ser maleducada, porque la vulgaridad no es un asunto ético, sino estético.
Nadie nace vulgar, pero cultivar lo vulgar, cultivar lo que nos regalan estos patrones que influyen sobre todo, en gente que no se atreve a mirar un poco más allá, o en los que por su escasa preparación, luces o edad, simplemente se quedan enganchados a la pantalla, para ver personas que se enfrentan, que se despellejan... que aluden a familiares, a los que dicen que quieren y que por ellos “ma-tan”, que salpican de mierda a todo el que se acerque, que pase por allí. Contribuyen de manera nefasta a que miremos donde miremos, no encontremos en lo vulgar; lo llano, lo del pueblo, sino lo soez, barriobajero y falto de modales.
Desgraciadamente, muchas personas pasan las mañanas, las tardes, las noches, sin ningún objetivo lúdico más cerca. Sin acudir a un museo, a un teatro, sin acariciar un libro entre sus manos. Sin ninguna experiencia próxima a la cultura, sin ninguna conversación medianamente interesante. Hemos pasado del patio de vecinos a la pantalla, con sólo pulsar un botoncito del mando a distancia. Acomodados en el sofá, millones de espectadores disfrutan a la vez del espectáculo, pero padecen de manera individual, una existencia hueca.
“Hay un vulgo en todas partes” que decía Graciano, refiriéndose a la Corte Corintia...
Cualquier necedad es vulgar y la necedad es igual a bobería.
Seamos críticos, no bobos.
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Begoña Leonardo : "Trabajadora de la palabra... Autónoma a ratos, madre a tiempo completo, poeta siempre y sin opción. Escribo para diferentes medios como freelance, y en formatos digitales, blogs, revistas literarias..."