domingo, 30 de mayo de 2010

El proyecto del periódico Alteridad. Opinión de Bruno Jordán

El proyecto del periódico Alteridad

 
Bruno Jordán es escritor, poeta y periodista.

 
     La salida a la luz del periódico y su paulatina consolidación es una parte sustancial del conjunto del Proyecto Alteridad, del que ya hablaré con mayor detenimiento en otra ocasión posterior.

La cabecera de Alteridad lleva por lema, como veis, “Periódico digital para la difusión cultural”. Se descartaron opciones como “… para la difusión del conocimiento” o “… para la divulgación del saber". Probablemente hubieran resultado demasiado pretenciosas. Aunque es verdad que esos son sus más ambiciosos y lejanos objetivos.

Es un periódico y, en tanto que tal, debe actualizarse frecuentemente, debe dar noticias, debe tener variadas secciones… Y necesita de quienes lo construyan y lo lleven adelante. El “lectorado” ya viene construyendo bastante en cuanto a noticias y sugerencias. Para llevarlo adelante son necesarias también ocasionales colaboraciones en algunas de sus secciones, colaboraciones habituales en cada una de ellas y personas que se vayan encargando del mantenimiento y desarrollo de cada sección. Todo esto es un proceso que precisa de tiempo y que está germinando satisfactoriamente.

Es digital, por lo que debe aprovechar la agilidad, la interactividad y la interconexión cibernética de la información como ejes de este nuevo periodismo que ahora se posibilita. Los corsés de los blogs –o de los “árboles de blogs”, como es el caso actual de este periódico- limitan acusadamente la vivacidad de su lectura. A medio plazo, Alteridad necesita de una página web creada específicamente para este periódico en concreto y, cuando menos, de un formato parecido a los que se utilizan para estructurar y recombinar la información en los periódicos on-line “al uso”. Estamos en ello y se invita a que, quienes puedan y estén interesados, envíen propuestas concretas.

Tiene como finalidad la difusión. Requiere, además de la obtención de fuentes de información solventes, el acceso a recursos y plataformas cibernéticas transmisoras y, más o menos exponencialmente, extensoras del número de lectores. El atávico y entrañable “boca a oreja” no deja de ser por ello un inapreciable amparo para tal finalidad. También avanzamos, pero lo haremos más y mejor con sugerencias concretas.

Y el "objeto" a divulgar es la cultura. Al principio nos hemos atenido al concepto más clásico y común del término “cultura”. Pero la entendemos en un sentido mucho más general, más integral y más “universalizable”. Ya mencioné antes términos como “saber” o “conocimiento”. Así la entendemos y en esa dirección queremos emprender más abiertamente ahora el rumbo. También paulatinamente.

Bruno Jordán es escritor, poeta y periodista, amén de otras muchas cosas (de la mayoría de ellas, incluídas las anteriores, solo pretende ser).

USO UTÓPICO III: ESPAÑA, DERRAMA ANTE MÍ ESTA FARSA. Opinión de Cecilio Olivero Muñoz

USO UTÓPICO III


Por Cecilio Olivero Muñoz




ESPAÑA, DERRAMA ANTE MÍ ESTA FARSA

      Ser honesto significa tenerlo todo o casi todo bien claro, y significa dejar de engañarse uno mismo. Digo esto por muchas razones, pero las que veo más detestables las enumeraré en las líneas siguientes.

La razón de que me hiciera escritor/poeta es una razón para algunos vergonzosa, o también, por qué no decirlo, un tanto inconfesable; ya que, las razones por las que uno se hace escritor o poeta son extrañas a mi parecer, aunque tienen una lógica, por que ante todo somos personas y la lógica, a veces, está demasiado despersonalizada. La mía proviene desde mi adolescencia. Al ser un chaval poco dado a los estudios, y un desastre como chico malo, y debido a que he andado siempre entre estas dos aguas, he querido demostrarme a mí mismo que para algo he tenido que valer, y quise, también por frustración en estas dos etapas de mi vida, hacerme valer para algo que cuando empecé era un pobre pardillo y a lo mejor todavía lo sigo siendo. Me hice escritor (aficionado) debido a mi ignorancia, por que si hubiese conocido donde me metía, seguro no hubiera ni empezado. Empecé a escribir debido al flamenco, y cómo no llegué a nada, decidí al menos hacerme poeta y así, además de escribir mis letras, poder cantarlas, pero en ninguna de las dos facetas he tenido suerte. Todo aquel que se dedica a alguna vertiente artística quiere triunfar, quiere el éxito. Con el éxito llega la fama, y con la fama, llega a veces la gloria. Todos los escritores son artistas y por ende quieren el éxito. Todos lo quieren, y el que diga que no, miente. Desde el escritor más culto y deslumbrante al aficionado escritor  -como yo- quiere gloria para sus huesos. He visto a muchos escritores que cuando los entrevistan y les preguntan que qué opinan sobre la vanidad han contestado cosas tan infumables como que ellos ven a la vanidad como algo estúpido y reniegan de ella, pero ellos mismos son los que cuando les dan un premio o les hacen un homenaje adoptan posturas arrogantes y endiosadas unos, otros hacen de sus amistades famosas un coto vedado, donde sólo ellos eligen quienes entran y quienes no, o como en el juego de la patata, quienes juegan al juego y quienes no, que me parece lo más infantil del mundo. También los hay que repudian tanto de la vanidad que huyen hasta con oír la palabra en murmullos, y con las mismas, están deseando que les hagan entrevistas, y que les inviten a los saraos extraliterarios. También existen otros que cuando se hacen famosos se les sube a la cabeza el éxito, por eso es valioso darnos cuenta de que el éxito no es nada cuando de verdad se tiene, por que cuando se ignora lo que el éxito es en sí, se suelen hacer castillos en el aire, y tener ensoñaciones con él, como una obsesión incurable que padecen, pero cuando se consigue el triunfo y se logra el éxito te queda ese placer insatisfecho, esa insatisfacción como cuando consigues aquello por lo que llevabas tantas ilusiones puestas, y que cuando lo consigues piensas: ¿y esto era? Acabas comprendiendo que es cosa banal y es puramente superficial, por eso muchos lo ven como algo intrascendente y transitorio, banal e insatisfactorio; no es ni siquiera gas, es vacío entre vacío. Todos los que trabajamos o luchamos por algo queremos el éxito, ascender, que nos quieran. Respecto a esto diré que algunos escritores dicen eso de, yo escribo para que me quieran, pero ¿y si eso no ocurre? Puedes ser un perfecto escritor, y cómo persona no valer un carajo. También suele haber algunos escritores que optan por decir que son de izquierdas por el mero hecho de que si dicen que votan a la derecha los puedan calificar de fascistas, o como si el cielo de la gloria no fuera para los escritores de derechas. Les da como vergüenza decir que votan al PP. Suelen decir que son marxistas cuando realmente son de derechas. Considero que la política ha pasado por muchas derivaciones, y si nos ha enseñado algo la historia es que tanto el comunismo, como el fascismo han fracasado como teorías, y ni qué decir tiene llevadas a la práctica. Están tan caducas las dos, que lo mismo sería decir que eres castrista como decir que te gusta la tauromaquia, o decir que odias a Francisco Franco y odiar también que fumen puros en público, y ser en esto un fundamentalista en salud colectiva, ya que para algunos puedes gustarle, pero otros puede que te escupan en la cara.

Yo me considero demócrata, pero si miramos la política de manera estadounidense, ser demócrata sería la vertiente izquierdista del asunto, y decir que soy republicano sería la vertiente de derechas, aunque considere las posiciones políticas que considere, en las dos soy de derechas; osease, que mires por donde lo mires en Estados Unidos son de derechas la mayoría. Si miramos la política desde la perspectiva española, puedo decir que soy de izquierdas porque compro El País y voto al PSOE, pero si lo analizamos bien, estas políticas no son de izquierdas, salvo por la máscara que suelen ponerse, sino política centro-derechista. Así que yo me considero demócrata. Yo considero a la política como al servicio, o al gusto del consumidor; una legislatura votas a la izquierda y otras, si te viene bien, votas a la derecha; pero siempre desde el respeto a la democracia, y eso no quita que no seas o no puedas ser republicano. Sólo las democracias jóvenes tienen ese complejo, y sufren de esa vergüenza. Debemos olvidarnos de dictadores y de invasores, debemos olvidarnos ya de la guerra (in)civil, por que vamos camino o de otra guerra, o de seguir siempre con nuestros complejos, nuestras miserias espirituales, nuestras acusaciones inquisitoriales, y nuestros prejuicios sobre todo lo que atañe y lo que sembró la guerra de todos los españoles, por que ese es el germen de todo lo que aflige a la voluntad política española. Debemos olvidarnos del mayo del 68. Si queremos vivir cómo hasta ahora lo estamos haciendo, debemos olvidarnos ya de lo que pasó, de lo que pudo haber sido y no fue, de lo que vendrá con esto y con aquello; dejar a los políticos que discutan en las cortes, dejar a los jueces que juzguen lo que es (in)justo, dejar que nos sigan engañando, y nosotros dedicarnos a votarles cada cuatro años, y de acatar las leyes que los jueces dictaminen, y despreciar al bipartidismo cutre como yo hago cada cuatro años. Luego están aquellos que presumen de comunistas, aunque con la tarjeta del Corte Inglés en la cartera. Se ponen camisetas del Ché, se afilian a un sindicato, o en algún otro caso, se afilian a un partido. Los ves en las manifestaciones en primera fila, junto con la camarilla de jefes sindicalistas, o social-demócratas con ganas de foto, y ni qué decir tiene los actos en donde participa el PP. Aunque estos escritores, la mayoría, prefieren no salir en la foto, como si les diera vergüenza. Un ejemplo es Hemingway, iba de comunista, de literato comprometido, pero sin renunciar a su estatus de opulencia y excesos; venía por aquí de año en año, se emborrachaba, comía bien, buenos hoteles, de pesca, de Euskadi a Paris, y de Paris a Cuba, y mientras en España: miedo, hambre, miseria, persecución, ¿y él hacía algo? No. No se comprometía demasiado, ya que podía peligrar su tren de vida. Tenía cierta razón Truman Capote cuando decía que Ernesto no era honesto. También hay otros, como Pablo Neruda, comunista confeso, pero tenía dos o tres casas (no pequeñas), viajes aquí y allá, osease, que no estaba tieso. Es muy fácil decir que se es de izquierdas cuando se vive en un país rico, o se vive en un jardín de rosas opulentas; pregúntales a los disidentes cubanos qué opinan del comunismo. O a los chinos, o a los tibetanos. No pretendo ser demagogo, hablo desde mi perspectiva. Se dicen cosas sin meditarlas, por ejemplo, Borges. Decía que era un anarquista individualista, pero ¿qué es eso? ¿qué quiere decir con esto? O se es anarquista desde la colectividad o no se es. Osease, es anarquista, pero sin mojarse demasiado. Como diciendo:-Soy anarquista, pero ustedes no lo sean-, ¿y por qué? Por que su estatus es bueno, vive bien, y decir que uno es anarquista da cierto atractivo literario, por que el tópico lo exige. Decía Hemingway que el fascismo no podía dar buenos escritores, ¿y Cesare Pavese? ¿y Bertol Brecht? ¿y Nicanor Parra? No es la política lo que suele dar buenos o malos escritores, es las ganas de contar y decir cosas, y el talento y honestidad de la que cada uno disponga. También están los acusadores, el dedo acusador que te fulmina con su rayo redentor. Por ejemplo, Ismael Serrano, tiene una canción que dice: y el fiel votante del PP, Fernando Sánchez Dragó; pero ¿qué más te da a quién vote el hombre? ¿Acaso los de izquierdas son mejores personas? O ¿era que quedaba mejor parcheada la rima? No se debe tomar la palabra honestidad en vano.

También quisiera comentar sobre aquellos que dicen que no creen en Dios, por que en el mundo literario da mal efecto decir que crees en Dios, y es mejor decir, o auto-engañarse, diciendo que no existe Dios o diciendo que uno es ateo, o agnóstico, por lo mismo que lo de las ideas políticas. España tiene el estigma de la guerra (in)civil y hasta que no superemos esos obstáculos no podremos madurar ni cómo democracia, ni cómo país democrático, ni cómo personas libres que somos; sin prejuicios y sin miedos, sin complejos y sin obsesiones, sin tapujos y sin obsturaciones.

España, derrama ante mí esta farsa, que yo te diré la verdad, y si esa verdad es o está contrapuesta a otras ideas, a otros discursos, a otros pensamientos, tanto mejor, por que sólo es verdad lo que difiere de la verdad de los otros, ya que todo sufre de contradicción. No pretendo ser fundamentalista, ni heterodoxo, ni ortodoxo, ni irreverente, ni precursor, ni pretendo ser la única verdad, pretendo ser parte de la realidad, que es muchas realidades. Dicen que la verdad sólo tiene un camino, y también dicen que todos los caminos llevan a Roma; yo, ni quiero ir a Roma, ni quiero ser el único camino. Tengo mi propio Dios doméstico, aunque no domesticado. Tengo una verdad que puede ser distinta a otras verdades. Por que muchos caminos van a parar hacia todas las verdades. Y existen verdades que se encuentran andando por los caminos. Y existen andares que huyen de la verdad. Y existen Romas que no son verdad. Y existen verdades que son mentira. 


    

 Cecilio Olivero Muñoz es poeta y fotógrafo.

sábado, 29 de mayo de 2010

USO UTÓPICO II: SOBRE PERUANIDAD Y OTRAS DIVAGACIONES. Opinión de Cecilio Olivero Muñoz

USO UTÓPICO II

SOBRE PERUANIDAD Y OTRAS DIVAGACIONES


Por Cecilio Olivero Muñoz



 RECICLAJE: PERÚ REINVENTADO

       A un país no sólo se le puede querer cantando, también se le debe querer desde la práctica. Digo esto, por que cuando visito el Perú, no con asiduidad, más cuenta me doy del amor que sienten los peruanos por su patria, en la práctica y en la teoría. 

          


     El Perú es un país que se destruye y se reconstruye constantemente. Debido a los huaicos, los terremotos, los maremotos (tsunamis), los desastres que sufre este país, debido a ello, este país se inventa y se reinventa cada cuatro años. Cada mandatario un nuevo gobierno, cada nuevo gobierno una nueva política, cada nueva política un nuevo país, cada nuevo país un Perú, que es mil Perús en uno solo. En este país, que goza de Sierra, Selva y Costa, se vive el día a día, se trabaja desde la hondura, se hace al futuro desde sus ancestrales auroras. Este país, país de César Vallejo, José Watanabe, Ciro Alegría, José María Arguedas, Mario Vargas Llosa, existe un honor, un deber a la patria, una fuerza descomunal, un patriotismo que a veces peca de excesivo chovinismo, aunque es verdadero amor lo que el peruano siente por su patria, rica y altiva patria.





         El peruano revive desde sus vísceras, crea un Perú, este se destruye y crea otro nuevo, este se re-destruye e inmediatamente se crea otro país desde las ruinas del anterior, por ello, existen miles de Perús en uno solo. Por que este país, país de combis (que están desapareciendo lentamente), país de buena gastronomía, país del chullo, la hoja de coca y el poder huanco, país que es uno solo, que como un dulce yaraví colorido trasmite una miscelánea sumergida e interior, que florece de entre sus tierras ancestrales y llega al interés que la lógica del misterio descifra o no, como un descifrador de enigmas imposibles y opacidades por hacerse visibles, este país guarda paraísos por encontrarse. País de altitudes imposibles, país del Machupicchu, y el señor de Sipán, país de los huaqueros, y los Mochicas, país de las líneas de Nazca, país de la selva amazónica, país de Churín y Huancahuasi, país de lazos fraternales con España, país nuevo y país viejo, país peruano, tierra perucha, tierra divina, inmortal y enigmática. Las veces que he viajado al Perú, que han sido tres veces, he encontrado siempre un Perú nuevo. Tenemos, o nos llegan aquí noticias muy de vez en cuando. Noticias siempre penosas, sobre desastres o sobre sus políticos embaucadores y mentirosos. Pero es un país, no sólo rico por sus riquezas materiales (materias primas, minerales, energías orgánicas e hidrocarburos), sino rico por sus gentes, por su respeto y grandes lazos con la Madre Patria, rico por su cultura y rico por su diversidad cultural, por su fauna, por su flora, y por sus tierras sumergidas, por sus otras nuevas tierras que emergen, y las nuevas y las viejas costumbres se unen para ser un país con embrujo, misterio y que guarda tantas maravillas para los sentidos como vidas por las que ha sobrevivido de la anterior.





   Quizá ustedes no sepan que el Perú es el país con más diversas clases de orquídeas del planeta, quizá ustedes no sepan que el Perú posee una gastronomía que está haciendo furor en el mundo entero, y quizá ustedes no sepan que el Perú disfruta de ser la gente más hospitalaria de este mundo (a mi parecer).

     Hace unos días ha salido a la palestra la noticia de que el dictador Fujimori goza de privilegios en la cárcel en que reside, debido a dádivas que el gobierno actual le está otorgando. No es de extrañar que entre gobernantes, unos a otros se tapen la boca, y unos a otros, también, se la destapen. Para que el Perú avance sería necesario que renovara no sólo su clase política, sino su poder judicial. El Perú, siendo un país con muchas más materias primas que todo Europa unida, es de extrañarse conocer que es un país con deuda externa, y un país con un paro y un déficit terrible. El peruano está acostumbrado a que el país se desplome, y con las mismas, levantarlo. Es un país que ha empezado desde cero infinidad de veces. Ya desde tiempos anteriores al de los conquistadores, Perú en su variedad de culturas, era un país que  edificaba, y estas edificaciones las enterraba, las abandonaba, por miles de razones, y creaba nuevas edificaciones, nuevos templos, nuevas raíces. Siempre ha sido un país que edificaba encima de lo ya edificado. Como prueba de esto, les presento las siguientes fotografías.






        Es la prueba evidente de que la fuerza del sentido de supervivencia del peruano, y las contradicciones a las que están sometidos, unidas estás, al carácter de su gente, esperanzada como indestructible, dúctiles pero con principios de acero, inacabables como temperamentales, es decir, es un pueblo, el peruano, superviviente en todo lo que emprende. El peruano saca fuerzas desde lo imposible, reinventa constantemente, e inventa una nueva alegría en la que ser feliz, y convivir con sus circunstancias. Miren la proeza y visiten el Perú. No se arrepentirán, créanme.












    

 Cecilio Olivero Muñoz es poeta y fotógrafo.

AY, LA FAMILIA DICHOSA!!!! Opinión de Begoña Leonardo

Por Begoña Leonardo



Me cuesta mucho, pero mucho, no pensar en la familia como el recurso más rentable de la sociedad actual, en la que según todos los informes más avezados, faltan valores, falta solidaridad y faltan los principios morales que tanto se preocupó de inculcar, otra familia; la Santa Madre Iglesia, "Católica", por su puesto, otra, no podía  ser. Claro que, siempre desde los altares, desde el Vaticano, entre oropeles y bien repantingados...

Me explicaré: En estos tiempos de paro, epidemia que además los empresarios aprovechan para que se convierta en lo más contagiosa posible, pues con la excusa de la crisis, se cargan a cualquier empleado que se esté convirtiendo en contestatario, picajoso o que simplemente viendo lo que se avecina, opina y quiere que se le reconozca su trabajo. Esto me recuerda lo que contaban de la guerra civil, donde con la excusa de la guerra, al vecino que no le caía bien éste o aquél, o con el que había alguna rencilla, se le  acusaba de pertenecer al otro bando y con eso ya estaba aniquilado, ya no volvía a estorbar...

Quien está en este país, sacando a las personas adelante, a los parados adelante, a los divorciados adelante, a los niños adelante... Son esos mayores que cotizaron lo que nosotros no vamos a poder cotizar, que con su sangre, su sudor y sus muchas  lágrimas, dejaron de atender a sus hijos y a sus conyuges por buscar en Francia, en Alemania, en Suiza, un futuro. Y regresaron a la patria, descuajeringados, pero siguieron trabajando hasta que les llegó la edad de la jubilación. Y que ahora llevan sobre sus espaldas, el peso de criar a nietos y quitar el hambre e incluso la hipoteca, a sus hijos que se quedan en la calle, desahuciados, desesperados, y sin ganas ni ilusión para levantarse por las mañanas...

Pues bien; dichoso el que tiene padre, madre que cobra una pensión por pequeña que sea, que tiene una vivienda en propiedad, por modesta que sea, que aunque en un pueblo sin apenas vecinos, del que salió para estudiar y labrarse un porvenir, ahora puede labrar la tierra, donde plantar un par de lechugas y poco más...
Dichoso digo, el que puede recurrir a la familia, meterse de nuevo entre las faldas de la madre o las faldillas del brasero cuando le haga falta y tirar hasta que esto amaine, que no tiene pinta de amainar...
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Begoña Leonardo : "Trabajadora de la palabra... Autónoma a ratos, madre a tiempo completo, poeta siempre y sin opción. Escribo para diferentes medios como freelance, y en formatos digitales, blogs, revistas literarias..." 

viernes, 28 de mayo de 2010

EXPERIMENTO BOLAÑO. Artículo de Cecilio Olivero Muñoz

EXPERIMENTO BOLAÑO


Por Cecilio Olivero Muñoz


     Después de haber leído y haber releído Los Detectives Salvajes de Roberto Bolaño se puso a indagar por Internet. Buscó por Internet todo tipo de textos producidos por Bolaño. Videó todos los videos existentes en YOUTUBE sobre Roberto. Encontró una página donde se decía que la viuda de Bolaño había demandado a un escritor que publicó un texto de Bolaño en una página web sobre literatura en Internet; un texto inédito de Bolaño. Este relato inédito (argumentaba la susodicha página) le fue extraído a un supuesto conocido del escritor aprovechando su ausencia en la habitación donde esa noche se había quedado a dormir el dueño de la web. Este amigo generoso que ofreció cobijo al supuesto ladrón tenía el relato olvidado sin haberle dedicado ningún interés a los textos, ya que no sólo estaba el citado relato, sino que también custodiaba poemas y otros textos, que también fueron sustraídos; al parecer, el amigo confiado de Bolaño nunca notó la ausencia de tales textos (prueba evidente de lo olvidada e infravalorada que está la buena literatura hoy en día).  Naturalmente, este texto fue leído por más de mil personas de la red de redes mundial en una sola noche. La página tuvo más de 20.000 visitas en cuestión de una semana. El dueño, ladrón y autor de la página se sintió por poco tiempo triunfador, demasiado poco le duró el éxtasis; porque, aunque temeroso de las consecuencias que pudieran importunar el éxito de la publicación del texto inédito y supuestamente robado, y las posteriores responsabilidades en tema de justicia que pudiera pedirle la esposa del autor fallecido, el esperado éxito fue tan temidamente fugaz como un suspiro. Digo fugaz, por que así fue, ya que el juez dictaminó con premura la retirada inminente del texto. 



El que la viuda de Bolaño demandara a un camarada cibernético le produjo cierta rabia como escritor, y cierta repulsión como navegante cibernético ante tal opresión y atropello fundamentalista. Entonces, se le ocurrió que podía emular, o coger prestado el nombre de Roberto Bolaño, ya que a la vista no iba a ser perceptible la autoría entre un escritor u otro; parecía un juego de niños, una travesura sin malicia alguna, un acto tan claramente inofensivo, y al mismo tiempo atrayente para él. Él, el mismo que decía querer realizar este pequeño experimento para escarmentar así a la viuda. Pretendía hacer realidad este experimento para hallar la verdad a cerca del esfuerzo incomprendido, muchas veces infravalorado, muchas veces sin ninguna conmiseración, sin ninguna compasión hacia la soledad que estos sufrían. Quería experimentar sobre la abnegada correspondencia de estas, sobre la solidaridad incondicional que emanaban estas viudas de escritores, que después de la muerte repentina del artista/poeta/literato habían hecho una fortuna manejando, o manipulando, la obra excelsa de sus maridos o familiares laureadamente ya fallecidos. Cayó en la cuenta de que la viuda de Bolaño no era la única vampiresa ávida de dólares en el mundo literario. Estaba María Kodama (viuda de Borges), estaba la hermana de Nietzsche (gran manipuladora de la obra póstuma de éste para beneficio oportunista del nazismo), y en el mundo musical, estaba Yoko Ono (viuda de Jonh Lennon). Por supuesto, había muchas más, pero ahora sólo le venían estas a la memoria. 



Se propuso pues, escribir un texto, un texto sublime, apoteósico, un texto hermoso, un relato extremo, atrayente; metafórica paradoja de la gloria póstuma y la riqueza ocasional debido al mínimo esfuerzo. Se propuso escribir un cuento bajo el influjo Bolaño. Se dispuso a usurpar el nombre de Bolaño, que a modo de experimento, pretendía así llamar la atención del gran público lector, y con las mismas, llamar la atención de la viuda póstuma de Roberto Bolaño. Se puso manos a la obra. Escribió el cuento más hermoso que Bolaño y él mismo pudieran haber imaginado, y lo firmó como cuento inédito de Roberto Bolaño, escritor chileno, nacido en 1953 y fallecido en el 2003, aunque antes optó por registrarlo en la oficina de la propiedad intelectual de su ciudad con su nombre real y verdadero, anticipándose así a los acontecimientos que pudieran restarle legitimidad sobre la obra escrita. Le gustaba la idea, no sólo de resucitar a un escritor de entre los muertos, sino de experimentar con la generosidad, con las buenas intenciones, con los intereses creados, con la avaricia, con la ley del mínimo esfuerzo; quería experimentar sobre la prueba evidente de lo que en vida es la realidad y lo que tras la muerte queda en el corazón de las personas.

Tituló el cuento, Brevedad entre el Callejón sin nombre y el silencio de las cosas; un cuento que utilizaba la ficción con escenas de escritos que había imaginado, o había leído sobre el final de Roberto Bolaño. Hablaba de los últimos días del autor, de las cosas que circulaban por Internet, de las habladurías dispuestas en la red, como un juicio relevante, quirúrgico y conciso, como una leyenda urbana que en torno al escritor le envolviera. Como si en una figura de gas tomara forma cierto halo de misterio y misticismo. Como si todas las preguntas fueran a desembocar hacia el mar del autor de Una Novelita Lumpen.

Publicó su cuento con el nombre suplantado de Roberto, y los resultados no tardaron en hacerse presentes. La gente armó un gran revuelo tras el escrito publicado. Las visitas al blog literario se cuantificaron. Ese incremento de visitas hizo correr la voz, el boca a boca traspasaba la red, las redes sociales se hicieron eco del asunto, el mundo literario se rasgaba las vestiduras, suplementos culturales hablaron del tema. Así hasta que llegó a oídos de la viuda de Roberto. La viuda se puso en contacto con sus abogados. Primeramente no identificó atribuible el cuento como parte de la obra póstuma de su marido fallecido, pero tras el éxito que tuvo la posterior publicación quiso sacar tajada del éxito consumado. Sus abogados se pusieron en contacto con el verdadero autor del cuento que suplantaba el nombre de Roberto Bolaño. Este contrató un abogado experto en propiedad intelectual y se concretó una fecha de celebración del juicio, reclamando así, derechos de autor al suplantador del nombre.

El abogado de éste tenía pruebas evidentes de la autoría legítima de su cliente; el abogado contactó con la viuda, advirtiéndole así de la no-autoría del cuento atribuida a su marido. Pero ésta, desconfiada, llena de avaricia, y dispuesta a sacarle el mayor partido a la obra escrita por su pareja en vida, hizo oídos sordos a las explicaciones del abogado, creyendo que era todo parte de una artimaña urdida por el abogado para quitarle hierro al asunto y eludir así las responsabilidades económicas compensatorias. Fueron a juicio y el juez, un ser campechano y muy equilibrado, trató de hacerle ver a la viuda de que la obra estaba publicada con el nombre de su marido pero el autor no era él realmente, y que era todo parte de un experimento, según decía el demandado. El juez dio la causa como desestimada. El escritor del cuento halló así una lección irrefutable que le sirvió de moraleja sobre ese mismo cuento que él había mal intencionado. Y comprendió que el nombre no es más que un nombre, y que la consagración de un escritor no cambia su condición para con el hecho de ser humilde, y que siempre se es más libre partiendo desde un anonimato que alcanzando metas desde la consagración. Comprendió que la gloria, la fama, el éxito, no respira ni tiene alma, que no es sólido, ni líquido, y sí luz de gas. Comprendió éste que la fama es una burbuja y se rompe con facilidad de espanto. La viuda no supo qué conclusión sacar del asunto, pues había sido doblemente engañada, y salió enajenada de la sala debido a la frustración y la rabia ocasionadas por un acto mal intencionado inapreciable para el juez. Esta es la gran verdad de la vida. La verdad de los muertos, los vivos, y los muertos en vida que pretenden vivir de las postrimerías que dejan tras de sí los muertos. Muertos que quieren estar vivos, y vivos que pretenden vivir de los muertos. Vivos que están un poco muertos y muertos realmente muy vivos. Nombres que son sólo nombres, sean consagrados o anónimos, nombres que quieren estar vivos, y nombres que quieren estar muertos; nombres muertos y vivos nombres, que estarán un día muertos y sólo serán nombre. La vida en sí misma. La vida que nombra, y la vida que muere.  


    

 Cecilio Olivero Muñoz es poeta y fotógrafo.

miércoles, 19 de mayo de 2010

SOBRE TELEVISIÓN. DENTRO DE LA TRIBU Y LA NOCHE DE LOS TIEMPOS. Opinión de Cecilio Olivero Muñoz

SOBRE TELEVISIÓN

DENTRO DE LA TRIBU Y LA NOCHE DE LOS TIEMPOS


Por Cecilio Olivero Muñoz


     Estoy videando el programa de televisión que ofrece el canal CUATRO la noche del domingo. Veo en algunos concursantes una cierta automarginación impositiva que ejerce el hombre blanco como un muro que quiere marcar una diferencia, que si sí existe en la forma en que diferencian las costumbres, no existe en la manera sencilla con la que yo veo al hombre en sí. Suena a tópico decir que todos somos iguales, ya que, estamos de acuerdo en que así es, aunque a veces no lo seamos tanto. Nuestras costumbres llamadas “occidentales” hacen vernos como seres torpes y ridículos ante la naturaleza, quizá como los hombres de estas tribus lo serían si estuviesen en nuestro “mundo moderno”, plagado él, de obstáculos y presiones que tal vez ellos vean inútiles e irrisorias. Es cierto que el hombre moderno se ha complicado la vida a comparación con el hombre ancestral, que por suerte, todavía habita nuestro mundo. Y es cierto también, que la ridiculez que el hombre moderno posee al afrontar la vida rudimentaria, o salvaje si se prefiere, es tal, que debo sentir cierta vergüenza ajena al ver a mis semejantes hacer el memo de esa manera tan descomunal, por que es evidente que todo lo que el hombre ancestral hace rutinario en toda su conducta, el hombre moderno lo hace como si fuera un total inadaptado al medio, y da mucha tristeza comprobar que el hombre del hoy, el hombre moderno ha olvidado herramientas que son vitales para su supervivencia porque no las necesita para vivir. Veo en ese programa fragmentos que son de una emoción y un amor al mundo y a la vida que me hacen vibrar. Veo a esas familias compartiendo con esas personas y me transporto a lo que quizá vivieran los conquistadores al colonizar el nuevo mundo y que por la avaricia y la codicia del hombre blanco no ha podido hacerse posible. Veo al hombre blanco hermanado con estas personas y siento orgullo, siento emoción, siento que es posible que todos podamos amarnos, y que no exista ningún tipo de interés entre seres humanos, veo que es verdad, que el hombre blanco tiene capacidad de amar, siente respeto por sus semejantes, veo que otro mundo es posible, veo que está Nevando en la Guinea.

     Está Nevando en la Guinea y siento que puede ser verdad que el hombre blanco vuelva a su inocencia perdida y sea como antaño lo fue, tal cual como ellos ahora lo son. Veo que brota el amor, la comprensión, la humildad, la hermandad, la humanidad, y me enorgullezco de ser persona, me enorgullezco de ser un hombre, y me enorgullezco de haber nacido para comprender que mientras esté Nevando en la Guinea y brote calima en los mares del norte haber nacido valdrá la pena por que el hombre al fin es hombre.
      

 Cecilio Olivero Muñoz es poeta y fotógrafo.

Por Roque Dalton (1935-1975). Opinión de Gabriel Impaglione y otros poetas argentinos

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Por
Gabriel Impaglione
Poetas Y OTROS argentinos Que Se relacionan al final de Este Artículo.


BOOKMAN


BOOKMAN




BOOKMAN


BOOKMAN









Por Roque Dalton (1935-1975)







Hoy resulta Que es lo Mismo

servicio derecho, Que Traidor, < / div>

ignorante, sabio o chorro,

generoso o estafador ...





Enrique Santos Discépolo









El 10 de mayo sí cumplieron 35 Años del Asesinato de Roque Dalton 75 Años Despues cuatro de Nacimiento su.



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href="http://es.wikipedia.org/wiki/Roque_Dalton" frontera









El poeta salvadoreño FUE recordado Por El presidente Mauricio Funes y altos funcionários del Gobierno surgido real del Frente Farabundo Martí (FMLN); Entre ELLOS, El ex guerrillero Jorge Meléndez-alias Jonás (director de Protección Civil) Y El ex comandante rebelde conocido Joaquín Villalobos-Como René Cruz (asesor del real presidente derechista mexicano Felipe Calderón), Ambos, Asesinos confesos de Roque Dalton, segun Diversos testimonios publicados en Como. Los de El Diario Excelsior y El Semanario Proceso DURANTE 1980, en México, La Entrevista En el mismo Diario DURANTE El otoño de 1993, y Más recientemente En El semanario Contrapunto , de la capital Salvadoreña.








A Roque lo Mataron MIENTRAS Dormia.



Una de las Artes de la Traición Más antigua, Que La Derrota de los Movimientos populares Amplifico En Un amplísimo Segmento de la izquierda, Hasta El trasvestismo Político Más audaz.



Tal Vez confiando en Que Habra, Más Muchas peñas y olvido.









Los Escritores argentinos firmantes, residentes en Diversos Países, nos solidarizamos Con la familia de Roque , participamos Nuestra Indignación y denunciamos la Impunidad Salvadoreño del Gobierno actual.









José Antonio Cedrón



Eduardo Dalter



Rubén Derlis



Gabriel Impaglione



Martín Micharvegas



Néstor Medina



Manuel Ruano

Ma. del Carmen Suárez

























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Gabriel Impaglione
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argentino Poeta y Periodista. (Morón, provincia de Buenos Aires, 15 de enero de 1958.)

Residir en Lanusei, Sardegna.